Nos encontramos ante una obra agradable y, ante todo, entretenida. Su narrativa es simple, con diálogos sencillos nos cuentan un relato de temática similar al género shoujo donde seres mágicos, hechiceros y un muchachillo se embarcan (literalmente) en una aventura. El fanzine acaba rápido y uno se queda con un sensación de satisfacción, y a la vez con la impresión de que queda algo "en el aire". Ya hablaré de ello adelante.
Sinopsis
Nimue, una muñeca mágica wiccana, recibe el encargo de su maestro, Mervin, de llevar una estrella-mágica-cumple-deseos (o algo así) a un humano carente de felicidad. Sin embargo, por error entrega una estrella distinta, de la cual emerge Angel Star, una hermosa joven que en realidad, junto a Demon Star, es una de las ireemplazables criaturas mágicas recién creadas del Maestro Luvick.
Nimue y Mervin tratan de desenredar la situación antes de que llegue a enterarse el Maestro, pero Angel Star se rehusa a volver con ellos, y en su desesperación los teletransporta a todos a otra dimensión.
¿Fin? Nada que ver. Solo saltamos a otra historia (Crónicas de Genoken) donde en un lugar y tiempo desconocidos, una chica llamada Red Queen conoce a su nueva compañera de entrenamiento: Blue Star (¿comienzan a ver el patrón en los nombres?). Su anciano Maestro Maok le pide que introduzca a la nueva en los alrededores del lugar, pero esta se escabulle para robar la Sangre de dragón, con el fin de volverse bella. Justo cuando iba a lograrlo, Red Queen lo evita y le dice que es solo agua.
En ese momento, la chica con nombre de bailarina exótica se esfuma en el aire. En su lugar, aparecen Nimue y sus acompañantes, mientras que Red Queen es transladada a un lugar desconocido similar al desierto egipcio. Sip. Ahora si termina el episodio.
Sobre la edición.
Comenzando por la portada, como es usual, vemos una portada muy clara que comunica el espíritu de la obra, lastíma que es demasiado simple. Cada revista tiende a tener su propia esquematización, pero algunos elementos no pueden obviarse. Como el colocar el nombre del autor tan junto al título de la obra, que hace pensar que el conjunto es "Magic Doll Nimue Dragonmaster", cuando este último es el alias del autor. También recomendaría cambiar la leyenda "Zero Studio" por un logo.
Como es un fanzine lógicamente ha sido publicado utilizando fotocopias, lástima que no pudieran usar una máquina de mayor calidad, pues el buen dibujo de Keysi (Dragonmaster) se desluce ante la poca tinta empleada.
Sobre el arte.
Como decía antes, la calidad de dibujo de Keysi es buena, su estilo es muy estilizado. Sus personajes son visualmente carismáticos, aunque el esquema corporal es muy repetitivo y por ello fácilmente se confunden los personajes (como el caso de Mervin y el muchacho sin nombre). El dibujante es pródigo en el uso de formalismos del shoujo (estrellitas, miradas tiernas, reacciones histéricas y emotivas...).
El uso de tramados es abundante y bien usado, excepto que muchas veces se usa como una pantalla para ocultar la carencia de fondos y ambientación contextual. Visualmente, la narrativa es fluida, pero demasiado enfocada en el uso de planos americanos y primeros planos.
Sobre el guión
Anteriormente mencionaba que, aunque este mante entretiene y cumple, deja cierta sensación extraña de que la historia queda "en el aire". Esto se origina en que, efectivamente, muchos elementos quedan sin explicar (huecos de guión).
¿Quiénes son los protagonistas? ¿Por qué actúan así? ¿Qué objetivos tienen? ¿Por qué Mervin manda a Nimue con la estrella? Estos son ejemplos de huecos en el guión.
Nos hallamos desubicados en cuanto al contexto espacio-temporal, hasta que la aparición del Muchacho-sin-nombre (¡en serio! ¡nunca se dice el nombre del condenado!) que nos orienta en un tiempo y lugar similar a nuestra modernidad.
El papel de la protagonista, Nimue, es mínimo. A excepción de propiciar la confusíon inicial del relato, su relevancia como protagonista no es tal. De hecho, la historia perfectamente se pudo dar sin ella y nunca se explica qué es Nimue. Su título de "Wicca Magic Doll" nos hace conjeturar su naturaleza artificial, pero por lo demás, su papel es meramente decorativo y esto se reafirma a medida que la historia avanza.
Luego, en Crónicas de Genoken, aparte de lo chistoso como entrelazan las historias (buen toque), no hay mucho relevante que comentar, quizá solo la repetición del arquetivo machista de la joven que solo reafirma su valía como mujer al tener un hombre a su lado. Como recurso narrativo ya es muy gastado y nada interesante en el Siglo XXI. Ojalá este punto se supere.
Conclusión
A pesar de todo, Magic Doll Nimue es una obra disfrutable, de la cual me gustaría ver alguna vez una reedición que corrija sus debilidades, con mayor calidad de impresión ojalá. Cumple bien el primer objetivo de una historieta: entretener al lector.
Sinopsis
Nimue, una muñeca mágica wiccana, recibe el encargo de su maestro, Mervin, de llevar una estrella-mágica-cumple-deseos (o algo así) a un humano carente de felicidad. Sin embargo, por error entrega una estrella distinta, de la cual emerge Angel Star, una hermosa joven que en realidad, junto a Demon Star, es una de las ireemplazables criaturas mágicas recién creadas del Maestro Luvick.
Nimue y Mervin tratan de desenredar la situación antes de que llegue a enterarse el Maestro, pero Angel Star se rehusa a volver con ellos, y en su desesperación los teletransporta a todos a otra dimensión.
¿Fin? Nada que ver. Solo saltamos a otra historia (Crónicas de Genoken) donde en un lugar y tiempo desconocidos, una chica llamada Red Queen conoce a su nueva compañera de entrenamiento: Blue Star (¿comienzan a ver el patrón en los nombres?). Su anciano Maestro Maok le pide que introduzca a la nueva en los alrededores del lugar, pero esta se escabulle para robar la Sangre de dragón, con el fin de volverse bella. Justo cuando iba a lograrlo, Red Queen lo evita y le dice que es solo agua.
En ese momento, la chica con nombre de bailarina exótica se esfuma en el aire. En su lugar, aparecen Nimue y sus acompañantes, mientras que Red Queen es transladada a un lugar desconocido similar al desierto egipcio. Sip. Ahora si termina el episodio.
Sobre la edición.
Comenzando por la portada, como es usual, vemos una portada muy clara que comunica el espíritu de la obra, lastíma que es demasiado simple. Cada revista tiende a tener su propia esquematización, pero algunos elementos no pueden obviarse. Como el colocar el nombre del autor tan junto al título de la obra, que hace pensar que el conjunto es "Magic Doll Nimue Dragonmaster", cuando este último es el alias del autor. También recomendaría cambiar la leyenda "Zero Studio" por un logo.
Como es un fanzine lógicamente ha sido publicado utilizando fotocopias, lástima que no pudieran usar una máquina de mayor calidad, pues el buen dibujo de Keysi (Dragonmaster) se desluce ante la poca tinta empleada.
Sobre el arte.
Como decía antes, la calidad de dibujo de Keysi es buena, su estilo es muy estilizado. Sus personajes son visualmente carismáticos, aunque el esquema corporal es muy repetitivo y por ello fácilmente se confunden los personajes (como el caso de Mervin y el muchacho sin nombre). El dibujante es pródigo en el uso de formalismos del shoujo (estrellitas, miradas tiernas, reacciones histéricas y emotivas...).
El uso de tramados es abundante y bien usado, excepto que muchas veces se usa como una pantalla para ocultar la carencia de fondos y ambientación contextual. Visualmente, la narrativa es fluida, pero demasiado enfocada en el uso de planos americanos y primeros planos.
Sobre el guión
Anteriormente mencionaba que, aunque este mante entretiene y cumple, deja cierta sensación extraña de que la historia queda "en el aire". Esto se origina en que, efectivamente, muchos elementos quedan sin explicar (huecos de guión).
¿Quiénes son los protagonistas? ¿Por qué actúan así? ¿Qué objetivos tienen? ¿Por qué Mervin manda a Nimue con la estrella? Estos son ejemplos de huecos en el guión.
Nos hallamos desubicados en cuanto al contexto espacio-temporal, hasta que la aparición del Muchacho-sin-nombre (¡en serio! ¡nunca se dice el nombre del condenado!) que nos orienta en un tiempo y lugar similar a nuestra modernidad.
El papel de la protagonista, Nimue, es mínimo. A excepción de propiciar la confusíon inicial del relato, su relevancia como protagonista no es tal. De hecho, la historia perfectamente se pudo dar sin ella y nunca se explica qué es Nimue. Su título de "Wicca Magic Doll" nos hace conjeturar su naturaleza artificial, pero por lo demás, su papel es meramente decorativo y esto se reafirma a medida que la historia avanza.
Luego, en Crónicas de Genoken, aparte de lo chistoso como entrelazan las historias (buen toque), no hay mucho relevante que comentar, quizá solo la repetición del arquetivo machista de la joven que solo reafirma su valía como mujer al tener un hombre a su lado. Como recurso narrativo ya es muy gastado y nada interesante en el Siglo XXI. Ojalá este punto se supere.
Conclusión
A pesar de todo, Magic Doll Nimue es una obra disfrutable, de la cual me gustaría ver alguna vez una reedición que corrija sus debilidades, con mayor calidad de impresión ojalá. Cumple bien el primer objetivo de una historieta: entretener al lector.