Imitadores con estilo

Por lo general, siempre me han gustado más los dibujantes que tienen un estilo más o menos personal. Allá por esos años 90, que parecen omnipresentes en este blog, la situación no podía ser más desoladora. Jim Lee, Rob Liefeld y más adelante Joe Madureira parecían un canon que todo dibujante debía copiar. Sin embargo el tema de los 'copiones' tampoco ha sido siempre negativo. Muchos dibujantes han comenzado copiando el estilo de otros dibujantes y han terminado siendo algunos de los autores más personales y/o reconocidos de la industria. Vamos con algunos ejemplos:
  • Barry Windsor Smith: Es bastante sorprendente, pero este inglés comenzó con una influencia más que notable de Jack Kirby. Siguiendo la estela del Rey fueron varios los que fusilaron su estilo, como Herb Trimpe o el mismo B.W. Smith. ¿Quién lo diría viendo sus espectaculares ilustraciones actuales de corte prerrafaelita?
  • Bill Sienkiewicz es probablemente el caso más bestia de esta tendencia. En sus inicios era un auténtico clon del maestro Neal Adams y hoy por hoy no estoy seguro de que haya un autor de comic americano mainstream con un estilo más personal que el de Sienkiewicz.
  • Siguiendo con Sienkiewicz, la cosa fue bastante curiosa, porque el 'copión' resultó ser copiado. Hoy en día está de más poner en duda la genialidad estética de Dave Mckean, pero quienes hayan leído Arkham Asylum o Casos Violentos, no podrá negar la influencia más que evidente de Bill Sienkiewicz.
  • Un caso similar sería el de Sam Kieth. ¿Recordáis sus primeros números para Sandman? Si es cierto que ya se le notaba un punto personal, pero la base de su estilo era sin duda Bernie Wrightson. Hoy en día su evolución estilística ha llegado a tal punto que es un verdadero problema tratar de catalogarlo.
  • Tirando hacia uno de los dibujantes actualmente más de moda, es inevitable hablar de Bryan Hitch. Si bien, aún está lejos de la revolución estilística de los anteriores, ha ido incorporando poco a poco otras influencias y modo de dibujar va saliendo poco a poco de la sombra de Alan Davis, pero tampoco hay que remontarse demasiado en el tiempo para recordar su época copiona.
Serían otros muchos los ejemplos. Hay algunos autores que empiezan a desmarcarse pero todavía están terminando de buscar su estilo y mientras aún se les nota demasiado de donde vienen como Terry Dodson (Adam Hughes) o Phil Jimenez (George Pérez).

Otros Ejemplos vendrían de la mano de esa especie de escuela argentina salida del estudio de Eduardo Risso. De su estudio han salido nombres como Leandro Fernández, Marcelo Frusin o Alberto Dose en los que la influencia de su maestro es evidente y aunque no tan a lo bestia es innegable, a su vez, la influencia de José Muñoz en el trabajo de Risso. Los ejemplos podrían continuar mucho más, pero creo que el mensaje está claro.

¿Es bueno o malo copiar? No hay demasiada duda en que lo ideal sería no hacerlo, pero tampoco la hay en que es inevitable tener influencias. ¿En qué quedamos? Pues la moraleja que nos dejan ver estos ejemplos sería algo así: "Copiar sí, si es para aprender". Pero claro, aquí cada uno tendrá su opinión, ¿no?

Fuente: Laintxo